“La única verdad es la realidad” (Aristóteles)

“El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero solo el necio se queda sentado en él” (Proverbio)

Seis meses pasaron, desde aquel 28 de junio, durante los cuales parecía que la frase del filósofo griego no era una verdad intocable, por lo menos para el kirchnerismo y sus más altos exponentes políticos: el ex presidente en ejercicio y su obediente consorte.

El resultado de esas elecciones, en la creencia K, era un episodio irreal, no habían perdido, el pueblo no se había expresado cabalmente, en realidad habían ganado en los votos totales.

Ese diagnóstico, hizo posible que el régimen conservador popular, tras una pequeña y efímera desconcentración, pusiera todas las fichas en la profundización del modelo (¿?), que, según ellos, era el mejor camino para lograr la perpetuidad del poder.

Y así siguieron, como bandera sin rumbo, con una demostración más acentuada (con pequeños intervalos) de la intolerancia, de la prepotencia, del desprecio sistemático y de la degradación de los que pensaran distinto, del desapego al libre y democrático juego de las instituciones de la República, a la compra de políticos venales (con motivos o no para dejarse comprar) para su sometimiento indigno.

Y cuando parecía que lo irreal era verdad, de golpe, como un mazazo a la frente del Frente para la Victoria, se produce la derrota impensada (para ellos y para otros) en la Cámara de Diputados.

Algunos políticos oficialistas, más concientes, se la veían venir, y con trabajo, consiguieron un acuerdo con la oposición unida, que el jefe máximo quiso abortar, pero que los hechos llevaron a que finalmente lo aceptaran, evitando un bochorno mayor.

De nada valieron la escalada llevada a cabo por los gobernantes y sus obedientes funcionarios de nivel para cooptar (palabrita de moda) voluntades legislativas ajenas. Pero, rotundamente fracasaron, tal vez por que los flamantes diputados estarán sentados en sus bancas por cuatro años y a la pareja presidencial le quedan dos.

Para colmo, la oposición parece que empezó a ponerse los pantalones (o en su caso las polleras) y actuaron como la mayoría de la sociedad esperaba, luchando con armas legales para conquistar la parte de poder que las elecciones le habían asignado, y respetando los derechos que le corresponden a la hoy primera minoría.

De todos modos, la amenaza, en días previos, lanzada irresponsablemente por el jeje de la bancada peronista, el diputado ultra kirchnerista Agustín Rossi, de que la Presidenta haría valer el poder de veto para los proyectos aprobados y que no tuvieran el visto bueno de los K, tiene que llevar a la oposición a tomar los recaudos necesarios para no dejarse sorprender por esta real posibilidad.

Pero la realidad indica que el toro está cercado, los banderilleros por fin actuaron bien (ver Toros y Toreros) y los toreros aprestan sus espadas para dar el toque final, pero respetando a rajatabla la reglamentación de la lidia.

En ese entendimiento ojalá el toro se levante del hormiguero y se convierta en un político de ley, que a pesar del aparente infortunio que lo invade, pueda tener un digno final, que la sociedad toda aplaudiría.

4 Respuestas a ““La única verdad es la realidad” (Aristóteles)

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  2. Mira lo que escribiste , reelelo hoy , viernes 29 de Octubre y arrepentite para toda la vida de ser tan ignorante.

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